martes, 19 de marzo de 2013

RECUERDOS...

Siempre me ha gustado escribir, aunque he de admitir que no soy lo que llamarían buena para ello, aun así no puedo evitar expresarme si tengo una hoja y una pluma cerca, pero sólo una vez en mi vida he terminado una historia, y esta fue hecha de tal manera que mi madre intento mandarme al psicólogo por ella.

Con este resumen entenderán porque procuro no terminar ninguna de las que empiezo, tengo miles de borradores que jamás se han de terminar, probablemente porque siento que al terminar una historia, pierdo un recurso poderoso para poder escapar de la realidad... pero esa es sólo una idea mía, por algo siempre me han dicho que estoy loca.

La última historia que comencé se trata sobre una chica que huye por siete años para evitar sus recuerdos, pero al verse obligada a regresar estos la atacan con la misma fuerza que si jamás se hubiera marchado. Supongo que podría decirse que escribo esta historia para exorcizar mis propios fantasmas, aunque la situación no es la misma, y la protagonista no esta basada en mi persona, es una forma de sacar de adentro todo eso que tengo atorado, porque no hay nada que torture más al alma que los recuerdos.

Piensen siempre como si no hubiera un pasado, no dejen que la alegría los abandone, destierren de sus corazones todo aquello que pueda hacerles daño... pero no olviden, por más que yo quiera hacerlo, no es algo que pueda recomendarles.

Saben, alguna vez leí una metáfora que me parece muy acertada, de un hombre que todos los días se paraba en medio de la plaza del pueblo a presumir su hermoso corazón, reluciente, completo... nuevo. Todos admiraban a este hombre porque no había una sola cicatriz en su corazón, pero un día un joven que iba pasando por la plaza lo vio presumiendo y se sintió obligado a sacarlo de su error, por lo que se acerco a hablarle.

"Estas en un error, ese no es un corazón hermoso, un corazón hermoso es igual a este". En este punto el joven se abrió la camisa y dejo ver un corazón con espacios vacíos, con zonas en las que el parecían haber arrancado un trozo, y haber cocido otro que había quedado desigual, un corazón lleno de suturas.

Al ver esto el hombre y la plaza entera se burlaron de el por su ingenuidad, pero el espero pacientemente hasta que todos terminaron sus burlas y volvió a hablar:

"Este es un corazón hermoso porque ha vivido, porque ha sido libre de sentir y volar, porque aunque ha sufrido y tiene pedazos que se han llevado sin darle nada a cambio, de igual manera tiene pedazos que han sido arrebatados, pero que han dado algo a cambio por ellos. En este corazón ustedes pueden ver que he amado y me han roto el corazón más de una vez, pero también pueden ver que he sido correspondido, y que ha habido quienes que aunque se han ido con una parte mía, me han dejado una parte suya a cambio... en este corazón pueden ver que aunque he sufrido, también he sido muy feliz".

Esto último lo dijo mirando al hombre del corazón limpio, fijo su mirada en sus ojos y pudo ver las lagrimas cayendo de ellos, entonces el hombre se acerco a él, y antes de abrazarlo, intercambio un pedazo de su perfecto corazón por un pedazo del imperfecto corazón del joven y le dijo "yo también quiero ser feliz, y amar aunque a veces me duela".

El joven lo acepto gustoso y se llevó con el otro pedazo de corazón de alguien que realmente quería estar conectado a él.

Para los que comprendieron esta metáfora no tengo más que decir, y para los que no, les pido que la vuelvan a leer, traten de entenderla y tomen en cuenta que aunque amar les duela, y la gente que aman se marche, sus recuerdos siempre serán preciados, porque el dolor nos hace darnos cuenta que vivimos y nos hace notar la diferencia cuando somos realmente felices.

No olviden nunca... porque los recuerdos nos demuestran que estamos vivos.

Siempre suya...
La diablilla.

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